Gas natural: la clave para el nearshoring
Sin acceso a este combustible, se acortan nuestras posibilidades para generar, atraer y retener las inversiones
Por su ubicación geográfica, costos competitivos de mano de obra y tratados comerciales, México es uno de los destinos más atractivos para el famoso “nearshoring”. Sin embargo, esta posición privilegiada también trae consigo retos significativos pues, para aprovechar el fenómeno de la relocalización, nuestro país debe desarrollar la infraestructura, mejorar la seguridad y garantizar la energía.
En ese sentido, el gas natural es una pieza clave para lograrlo. Sin acceso a este combustible, se acortan nuestras posibilidades para generar, atraer y retener las inversiones. En la actualidad, apenas contamos con 2.4 días de almacenamiento, de acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Ante este panorama, Caio Zapata, CEO de Énestas, empresa mexicana especializada en construir la infraestructura y logística necesarias para llevar de manera segura, ecológica y eficiente las materias primas y combustibles, señaló los principales retos que enfrenta México para aprovechar las oportunidades de nearshoring, respecto a infraestructura de transporte y almacenamiento de gas natural.
NUEVA INFRAESTRUCTURA
“Es necesario que el país sea competitivo en el acceso a materias primas y combustibles para que las compañías extranjeras puedan hacer planes de crecimiento a largo plazo. Para que el nearshoring funcione es fundamental facilitar la regulación y otorgación de permisos para construir nueva infraestructura; la falta de una regularización actualizada con las mejoras tecnológicas muchas veces conlleva que la implementación de innovadores proyectos se atrase o no se lleve a cabo”, dijo.
Si bien los mayores desafíos para materializar la relocalización están relacionados con la infraestructura, para esta compañía se trata de una oportunidad, con la cual ha impulsado tecnologías de punta que permiten a más empresas contar con sus propias estaciones fijas de almacenamiento de gas natural desde cualquier parte de la república. Así, acceden a un combustible que antes solo podían tener los grandes usuarios y a gran escala.
LAS VENTAJAS
“El gas natural licuado es el formato líquido del gas natural, el cual mantiene todos sus beneficios, pero no depende de un gasoducto para su distribución y suministro. Una de sus grandes ventajas es que se puede acceder a él desde cualquier punto del territorio nacional, a través de terminales o estaciones fijas de fácil instalación.
“En ese sentido, el gas natural es la opción más viable hacia una producción sostenible, gracias a su eficiencia, asequibilidad y seguridad, lo que representa un mayor crecimiento de las actividades económicas, competitividad y desarrollo del país”, destacó el directivo.
Respecto al sur-sureste del país, donde se produjo y procesó la mayoría del gas natural a nivel nacional en años recientes, pero su transporte y distribución al interior de esa región ha sido limitado debido a la falta de infraestructura, Zapata recalcó la importancia de impulsar el acceso competitivo a materias primas y combustible.
“En 2021, en Coatzacoalcos, impulsamos el proyecto Fast Track, iniciativa única en Latinoamérica que abrió la brecha para resolver la escasez de etano en México y fue el mayor generador de empleo de ese año en la ciudad veracruzana. De ese modo, buscamos ser un habilitador social y ambiental, al ser parte de la derrama económica de las zonas donde operamos”, puntualizó.
CLAVES PARA EL FUTURO
Asimismo, Luis Serra, profesor e investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, coincide en la trascendencia de fortalecer el acceso al gas natural en México.
“Es un tema esencial en el marco del nearshoring. Yo lo pondría como la estrella, la piedra angular de toda la estrategia del sector energético para este fenómeno”, consideró el catedrático, quien también resaltó que se trata de una tarea imposible de enfrentar en solitario.
APROVECHAR LA CUENCUA
En opinión del experto, “existe la percepción incorrecta, en la actual administración, de que pudiéramos ser autosustentables o capaces de abastecer la demanda de gas natural con la producción doméstica y eso no es cierto.
Requerimos extender la infraestructura de ductos de internación para aprovechar la cuenca geológica de gas natural más importante en el mundo: Waha, Texas, en Estados Unidos.
“Es la más prolífica y barata, pero no estamos siendo capaces de aprovechar las condiciones de mercado tan benéficas y disponibles. Pudiéramos estar disfrutando de precios más bajos en nuestro consumo, no solo los residentes, sino los industriales y los servicios que tendrían mejores precios”, indicó el experto.
Aunque el gas natural es crucial para empujar la transición energética de ciertos sectores y, de ese modo, reducir la contaminación y elevar la competitividad, es primordial para México poner foco en el cambio climático y enfilarnos hacia fuentes de energía limpias y renovables, de bajo impacto ambiental. Por la riqueza de sus recursos naturales y su posición geográfica, nuestro país posee un gran potencial para generar energía renovable; no obstante, para el académico la apuesta energética de la actual administración dejó estancadas las energías renovables, lo cual derivó en una baja atracción de las inversiones en esta industria.
“Hemos perdido atractivo para captar inversión en el sector energético, principalmente en el ramo eléctrico y de energías renovables, con respecto a otras naciones en América Latina. Ha sido latente que nuestra apuesta por una transición energética hacia energías renovables, limpias y menos costosas no está apegada a un plan efectivo y validado con apego al Estado de Derecho. Al menos desde 2021, hemos perdido competitividad en la atracción de inversiones”, enfatizó.
Por último, en el marco de las elecciones presidenciales, el profesor Luis Serra invitó a los ciudadanos mexicanos a reflexionar sobre las propuestas de los candidatos en materia energética.
“Del cambio climático nadie se escapa y lo principal para afrontarlo es hacer un desfase de combustibles fósiles, es decir, una transición energética. Revisemos quién es el candidato o candidata con más claridad sobre cómo llevarlo a cabo en México e incorporar energías renovables; quién permite participar a más personas en ese esfuerzo, no solo como beneficiarios, sino como actores y agentes de cambio.
“Es un reto tan grande que requiere de todos: sociedad civil, academia, empresas, gobierno federal, estatal, local, agencias internacionales, banca de desarrollo… Si pretenden hacerlo solos, no es posible”, sentenció.